
La edificación en Oriente 166, anteriormente una casa, se proyecta en dos niveles. En la planta baja, se ha diseñado una cocina fantasma que opera desde la parte trasera y lateral del estacionamiento, mientras que una antesala al frente de la casa se conecta con el exterior a través de una celosía, integrando visualmente el espacio. Esta antesala nos conduce a la planta alta mediante una escalera existente.
En la planta alta, se ha creado una nueva área común de trabajo junto con dos estudios privados. Aquí se demolerán muros para abrir el espacio y generar una continuidad visual, resaltando diversos planos y ampliando las perspectivas. En este espacio integrado, se encuentran escaleras y mobiliario que organizan la circulación y dan coherencia a los flujos de tránsito, manteniendo la fluidez espacial.
En la terraza, dos muros paralelos delimitan una zona de sombra bajo una cubierta ligera, permitiendo la intervención en sus superficies. A un costado, se encuentra un área de jardín y gravilla, que se irá ampliando progresivamente para potenciar el crecimiento de este espacio exterior






