Coyoacán, que en náhuatl significa “lugar de coyotes,” alberga una casa construida en 1920, en el barrio de La Concepción que cuenta con una estructura original de tres crujías de ladrillo, con muros de 40 a 50 centímetros de ancho y losas de vigueta y bovedilla en deterioro. 
La restauración propuesta reimagina la casa preservando las crujías originales, reforzándolas estructuralmente con puntales de concreto y una losa que sobresale, integrando de forma estructural toda la edificación. Se plantea una nueva experiencia espacial que prioriza la continuidad y fluidez en el recorrido, conectando las crujías y generando una relación armoniosa entre los espacios servidos y servidores, que establecen pausas en la vivencia de la casa. La sala de estar, el estudio y la habitación principal se vinculan a través de estos espacios de servicio, facilitando la circulación interna.
El patio central se convierte en un elemento protagonista que articula e interactúa de manera única con cada área de la casa, mientras que el patio trasero permite la ventilación cruzada e ilumina tanto las zonas privadas como las áreas comunes. 
Back to Top